sábado, noviembre 18, 2006

Van Gogh





























"He experimentado las conexiones que existen entre la lucha de Vincent y la mía, y he sido cada vez más consciente de que Vincent se estaba convirtiendo en mi sanador herido. Él pintó lo que yo antes no me había atrevido a mirar; cuestionó aquello de lo que yo no me había atrevido a hablar; y entró en espacios de mi corazón a los que yo no me había atrevido a acercarme. Al hacerlo, me puso en contacto con muchos de mis miedos y me dio el valor para avanzar y profundizar en mi búsqueda de un Dios que ama... Su inquietante y apasionada manifestación de su deseo vehemente de un Dios tangible y vivo, que conforte y consuele verdaderamente, que se preocupe realmente por los pobres y por los que sufren, nos puso en contacto con los más profundos anhelos de su alma. El Dios de Vincent, tan real, tan directo, tan visible en la naturaleza y en las personas, tan intensamente compasivo, tan débil y vulnerable y tan radicalmente amante, era un Dios del que todos queríamos estar cerca"

Henri Nouwen